La de @nuestro.hilo.rojo es la historia de una familia diferente que ha enamorado a miles de seguidores en la red, hasta llevar a sus creadores a convertirse en auténticos influencers. Y es que al decidir contar su historia por redes sociales, los valencianos Vicente y Óscar se convirtieron en pioneros como familia homoparental formada mediante la adopción. Aunque como «influenciadores» no se detuvieron ahí.
Querían contar «con pelos y señales los pros y los contras» del proceso para que otros pudieran informarse. Así, crearon un blog en el que recogen toda esta información de una forma amplia, incluyendo aspectos prácticos como dónde pueden acudir los interesados o qué requisitos se necesitan en cada una de las comunidades autónomas para poder adoptar.
Vicente Molina es el 50% de esta pareja de papás cuyo instinto paternal les empujó a embarcarse casi a ciegas en un proceso que no sabían lo que les iba a deparar. «Nos adentramos como en una piscina enorme sin apenas saber nadar, solo sabíamos cuál era nuestro objetivo«, recuerda Molina. Con él, desde este espacio de H&M en el que buscamos inspirar y mostrar diversas caras de la paternidad y maternidad, tratamos de conocer un poco más a fondo el mundo de las familias adoptivas y a la vez de derribar algunos mitos que aún hoy siguen vigentes en torno a la adopción.
El privilegio de ser padres
Como el de muchos otros padres adoptivos, el suyo no ha sido un camino fácil. Comenzando por el entorno más inmediato. «Nuestro entorno, como la mayoría de la sociedad, tenía muchísimos prejuicios con los adoptados, más que con el proceso en sí», cuenta el influencer. «Muchos lo veían como una muestra de gratitud por nuestra parte, dar la oportunidad de tener una familia a quién no la tiene, pero dista mucho de la caridad. La mayor muestra de gratitud que hay en el proceso es por parte de los adoptados, que te dan el privilegio de ser padre o madre y no al contrario. Porque, «no se nos olvide, el derecho de tener una familia es de ellos, no de nosotros a serlo».
Él sentía la paternidad como una necesidad, hasta el punto de que llegó a verbalizar que su vida no tendría sentido sin ella. «Dicen que los hombres no tenemos el famoso reloj biológico, por lo tanto, no puedo ponerle ese nombre a lo que yo sentí. Pero mi deseo de ser padre ha condicionado mi vida», dice el valenciano.
Desterrando mitos sobre la adopción
Según su experiencia, son muchos los mitos que rodean aún a este proceso, en parte por influencia del cine y la televisión, pero también por una percepción errónea por parte de la sociedad. «Hace unos años atrás (no muchos) hablar de la adopción de una forma abierta era impensable«, señala Molina.
Por eso, cree importante recalcar aspectos desconocidos a nivel general e incluso por familias que se plantean esta opción, como que «la adopción nacional es 100% gratuita» y está abierta a todo aquel que quiera adoptar. «No hay ninguna diferencia para las familias homoparentales o monoparentales», subraya. Por otra parte, en cuanto a la cuestión del nivel económico aclara que «solo es importante para permitir darle una estabilidad necesaria al niño, niña o adolescente. No se necesita tener propiedades. Ni siquiera una».
¿Niños conflictivos?
Otro de los temas que más preocupa a las familias adoptantes es la posibilidad de conductas problemáticas por parte de los niños, algo que el influencer desmiente por completo. «Los niños o niñas adoptados no tienen un comportamiento negativo. Comportamiento y adopción no van de la mano. La adopción se crea para acompañarlos curando sus heridas. Su pasado es importante, pero más lo es su futuro», sentencia.
Vicente achaca esa visión negativa de estos niños a la forma en la que se ha tratado el tema de la adopción en el pasado. «Se cree que los adoptados van a ser niños o niñas que en su adolescencia van a tener conductas disruptivas», algo que para él se justifica en el hecho de que «durante muchos años, la adopción ha sido un tema tabú«. «Se les escondía a los propios adoptados su condición de adoptados», explica, «y en la adolescencia, se encontraban con un conflicto interno de identidad. Por lo tanto, no se había tratado de forma correcta su historia de vida y es aquí donde surgían los problemas», afirma.
Durante muchos años se les ha escondido a los propios adoptados su condición de adoptados
«Nuestro objetivo justamente es no cometer esos errores. Es que nuestros hijos sepan de dónde vienen para que sepan a dónde van. Es imposible lidiar con el presente y futuro sin una historia de vida bien estructurada», cuenta Vicente Molina.
Por último, otro de los mitos que el cocreador de @nuestro.hilo.rojo cree necesario combatir es ese de que solo con amor es suficiente para criar a un pequeño adoptado. «Todo niño necesita muchos factores para crecer: educación, ejemplo y autoestima. Pero en el caso de los niños adoptados hay que ser especialmente sensible a sus necesidades», recalca.
Los miedos iniciales
Vicente cuenta también que el miedo a que no surgiese ese vínculo entre padres e hijos adoptivos estuvo presente desde el principio en ambos procesos. «Sentir a un hijo como tuyo no es tarea fácil, no surge como un flechazo», reconoce. «Al conocerlos nos invadió el sentimiento de protección, de cuidado, pero no había vínculo ninguno. Pone en los papeles que eres su padre, pero falta mucho tiempo para que lo sientas así», afirma.
Para este influencer, «el vínculo se va forjando con el tiempo» y confía en que el niño lo sentirá «cuando empieces a ganarte su confianza, ya que la confianza de un niño adoptado es fundamental, así como el sentimiento de pertenencia. Eso le dará estabilidad y esto es justo lo que le has arrebatado: tenían su estabilidad con su familia de acogida y llegamos nosotros (los padres adoptivos) y ¡zas!, les quitamos esa estabilidad de un plumazo».
De repente, unos desconocidos te llevan a una casa, empiezan a insistirte en que les llames ‘papá’, te cambian la ropa,… ¿Cómo no se van sentir aterrados?
Vicente es consciente de que «eso pasará factura más adelante, y trabajaremos para que el daño sea el menor posible. Pero claro, de repente, unos desconocidos te llevan a una casa, empiezan a insistirte en que les llames ‘papá’, te cambian la ropa, una ropa que no reconoces, un baño y una forma de bañar diferente…, ¿Cómo no se van sentir aterrados? Pues debemos garantizarles una estabilidad y seguridad para que confíen en ti, y si confían… llegara el vínculo», explica.
Además de esa incertidumbre en torno al vínculo afectivo, la pareja de padres adoptivos es consciente del reto extra que supone que la suya sea una familia homoparental. El «miedo a la homofobia, el miedo a condicionarlos por tener dos papás» han estado ahí desde el principio, pero ellos trabajan ya intentando prepararlos «para que esto nos les perjudique o haga daño emocional». Su objetivo es que «cuando alguien les diga ‘sois adoptados’ o ‘tenéis dos papás’ de una forma peyorativa, ellos cuenten con «las herramientas para poder decir ‘ya lo sé’ con la cabeza alta».
Consejos para futuros padres adoptivos
Pensando en esos otros padres que se están planteando adoptar, Vicente recalca que hay que ser consciente de que ser padre o madre por adopción «implica muchas cosas extras que serlo por naturaleza». La más importante, «que tu futuro hijo va a llegar a tu familia con una historia de vida ya iniciada».
A él le gusta emplear la metáfora del libro, en la que las páginas se van escribiendo desde el nacimiento. «Un hijo adoptivo, cuando llega a su familia definitiva (adoptiva), llega ya con páginas de ese libro escritas», explica. Como padre adoptivo has de saber gestionar esa historia de vida, has de ayudarle a comprender por qué no ha sido criado en su familia de origen. Se hará muchas preguntas y has de estar ahí para resolvérselas, para que pueda encontrar su identidad adoptiva de una forma sana, para que pueda encajar todas las piezas de su puzzle de vida», asevera.
Pasan años donde no obtienes información y son desgarradores. Después, cuando solo te separa de tu hijo una llamada de teléfono, entras en un estado de ansiedad, inquietud, nervios y desasosiego.
En definitiva, para él, convertirte en padre por adopción significa «aceptar unos retos que como familia biológica no se te presentarían jamás, y a pesar de analizarlos con detenimiento y valorarlos, seguir adelante con todo ello para conseguir tu sueño de ampliar la familia».
También advierte sobre la «montaña rusa de emociones» que se vive una vez se inicia el proceso. «El desgaste emocional está asegurado y la paciencia se pone a prueba mes tras mes», recuerda. «Pasan años donde no obtienes información y son desgarradores. Después, cuando solo te separa de tu hijo una llamada de teléfono y pasan los meses y esa llamada no llega, entras en un estado de ansiedad, inquietud, nervios y desasosiego que es muy difícil describir con palabras», explica Molina.
Un aprendizaje mutuo
Una de las preguntas que deben responder los futuros padres adoptivos es la de qué educación le darán a sus hijos, qué valores y enseñanzas les transmitirán. Y los creadores de @nuestro.hilo.rojo lo han tenido siempre muy claro. «Siempre he respondido lo mismo», recuerda Vicente. «Mis hijos no tendrán mis ojos, ya que biológicamente es imposible, pero si tendrán mi mirada, y mi mirada es hacia la tolerancia, la responsabilidad, la empatía, el compromiso, la honestidad, el sentido de la amistad, enseñar a tener autoestima y ser honestos, entre otras muchas cosas. En rasgos generales, que sean felices sin hacer daño a nadie, me imagino que es el sueño de cualquier padre o madre», resume el valenciano.
Pero, ¿qué han aprendido estos padres adoptivos de sus hijos? «Ellos nos enseñan a nosotros infinitas cosas más», cuenta el influencer. «Como a ver el mundo a través de sus ojos, que es maravilloso. Es fantástico pensar que al cerrar los ojos nadie puede verte; o esconderte tras una cortina asomando los pies por debajo, escuchando las risas detrás de ella y pensar que estas en el mejor escondite del mundo», dice Molina, que destaca un aprendizaje muy importante que han tenido de manos de los pequeños: la resiliencia. Él lo traduce como «esa capacidad que tienen algunos guerreros de superar circunstancias traumáticas» y que en su opinión cobrará más sentido aún cuando alcancen su «identidad adoptiva», es decir, cuando entiendan en toda su dimensión el concepto de la adopción.
Gracias a ejemplos como el de estos influencers, creadores de @nuestro.hilo.rojo, muchas familias tienen acceso hoy en día a una imagen más realista sobre la adopción, los procesos que conlleva y los retos que supone. Familias como las suya se convierten así en ejemplos de diversidad que es necesario visibilizar para dar lugar a la sociedad que queremos: una más justa e igualitaria donde no haya estigmas.