La vuelta al cole se vive de una forma muy diferente cuando se trata de un bebé. Cada curso nuevo en la guardería es un reto de adaptación tanto para los niños como para los padres. Y es que es normal que a veces la ilusión de verlo crecer y alcanzar nuevos hitos vaya acompañada de ciertos miedos, principalmente cuando te toca separarte del pequeño.
Porque ¿qué madre o qué padre no teme ese terrible momento en el que deja a su bebé llorando en manos de un «casi desconocido»? Es un miedo normal, como lo es el hecho de que el pequeño llore las primeras veces al ver que sus padres se marchan. Solo tienes que entender que todo tiene su proceso y que, más pronto que tarde, el llanto desaparecerá y el bebé se quedará tranquilo y feliz en la escuela.
¿Y si me pierdo su gran momento?
«¿Me perderé algún momento importante?», te preguntarás posiblemente al dejar cada mañana a tu bebé en la escuela infantil antes de ir al trabajo. Sobre todo en los dos primeros años de vida, este es un temor común a todos los padres. Y la respuesta es que sí, probablemente te pierdas algo que tu bebé haga por primera vez en la guardería, pero hay tantas primeras veces… Además, todo lo que haga en la escuela infantil lo repetirá en algún momento en casa y seguirá suponiendo para vosotros un momento muy especial.
Ponerse de pie por primera vez, balbucear su primera palabra, dar sus primeros pasos o moverse por primera vez al son de la música son momentos especiales en el desarrollo del niño que incluso podrías perderte aunque el pequeño no fuese a la escuela infantil. ¿Y si hace alguna de estas cosas cuando está solo con el padre o la madre? ¿Y si es en casa de los abuelos? Lo único que debes pensar es que tu bebé evoluciona día a día y todos esos momentos se irán multiplicando durante el tiempo que compartas con él.
Claves para superar el miedo a la guardería
Nada como planificar bien el paso a paso de ese comienzo en la guardería de tu pequeño para que los recelos se alejen y toda la familia pueda disfrutar de esta nueva etapa.
Concertar una primera visita
Suele ser una buena idea realizar una primera visita a la escuela infantil con el pequeño para que se vaya familiarizando con las instalaciones y conozca a quien vaya a ser su cuidador principal. Así, a modo de tutoría, los padres podéis resolver dudas y exponer inquietudes, mientras que la persona educadora que corresponda podrá realizar una pequeña primera toma de contacto con el bebé.
Es posible aprovechar esta reunión para ofrecer al cuidador información detallada para que pueda atender al pequeño de la forma más personalizada posible y que así este se adapte mejor al nuevo espacio. Por ejemplo, qué hábitos tiene para dormir, cuántas siestas suele echar y en qué momentos, con qué se entretiene o en qué consiste su alimentación, entre otras cuestiones.
Al finalizar la visita, sin duda, habréis ganado confianza para afrontar con mayor seguridad el primer día de separación. Por su parte, esta aproximación inicial por parte del bebé puede servir para que el cambio no resulte tan drástico el día que empiece el cole.
Un período de adaptación
Si quieres que el comienzo en la guardería sea un éxito, es imprescindible que haya un período de adaptación. Casi todas las escuelas infantiles tienen estipulado un protocolo para que los niños se vayan adaptando a la nueva rutina, que suele exigir un esfuerzo por parte de los padres. Esto significará que el bebé irá aumentando el número de horas que pasa en la guardería hasta completar su horario habitual, de manera gradual y sin prisas.
Para poder cumplir este calendario de adaptación, suele ser útil la ayuda de otros familiares como abuelos o tíos, ya que al principio es habitual que no pasen más de una o dos horas en el centro. Después, cada niño marcará su propio ritmo y será el docente el que os indique el final del período de adaptación.
Ser previsores
Preparar con tiempo todo lo necesario para el comienzo del bebé en la escuela infantil reducirá el estrés en casa en torno a este hito y nos dará una mayor confianza a la hora de separarnos del pequeño. En esto, la escuela suele guiar a los padres sobre todos los materiales y accesorios que necesitará el educador para atender al pequeño en el día a día. Todos ellos, convenientemente marcados con nombre y teléfono para que no haya confusiones.
Hablamos de pañales, toallitas, chupetes, biberones, dosis de leche en polvo o materna, baberos y todo lo que pueda necesitar el bebé mientras esté en la guardería.
Ansiedad por separarte de tu bebé
La despedida es importante
Salvo contadas excepciones, al principio el momento de la despedida es duro para los padres, especialmente si el bebé se queda llorando. Ante esto, puede resultar tentador evitar esa despedida y aprovechar que el pequeño no presta atención para escabullirse por la puerta. Sin embargo, no es recomendable, ya que puede provocar el efecto contrario: que el niño llore por sistema porque entiende que sus padres desaparecen si previo aviso.
Lo más natural (que no fácil) es despedirse del pequeño con una actitud cariñosa y despreocupada, aunque al principio tengamos que fingir que no nos cuesta, que no nos provoca ansiedad esa separación. Después de todo, hemos de tener en cuenta que el bebé acabará aprendiendo que sus padres siempre vuelven a recogerlo y disfrutará cada vez más del tiempo que pase en la guardería, entre juegos y nuevos amigos con los que compartir sus pequeñas aventuras.
Confiar en los profesionales
Lo normal es que las escuelas infantiles cuenten con cuidadores y educadores con gran experiencia y vocación. Si bien nada podrá sustituir para el niño el cariño y la atención de sus padres, lo normal es que los pequeños acaben manifestando un cierto apego hacia sus cuidadores, lo que nos tranquilizará en el día a día a la hora de separarnos de ellos.
Mantener la comunicación
Actualmente, la tecnología permite una comunicación ágil y eficaz entre los padres y las escuelas infantiles. Esto brinda mayor confianza y permite a los papás cierta relajación, al poder conocer el estado de tu bebé con gran inmediatez, estés donde estés. A su vez, te da la oportunidad de informar a los educadores de cualquier contratiempo o novedad sobre el pequeño que deban saber.
Incluso, muchas guarderías suelen enviar a las familias imágenes de sus bebés para darles sosiego y hacerles partícipes del desarrollo de su jornada en la escuela. Recibir estas fotografías te facilitará mucho las cosas y contribuirá a que se disipen antes esos miedos iniciales.
Disfrutar de cada reencuentro
Para cualquier padre o madre, tan difícil es la despedida en la puerta de la guardería, como emocionante el momento de la recogida diario. Y es que comprobarás que no puedes evitar experimentar esa alegría que te inunda al volver a ver a tu bebé salir por las puertas de la escuela infantil, normalmente, con una gran sonrisa porque te reconoce.
Desde luego, es uno de esos momentos en los que te darás cuenta de que el esfuerzo y tensión iniciales han valido la pena, porque son más las cosas positivas que las negativas.
Imágenes | H&M